2 abril, 2024
Lugar: Mi corazón, 14 de febrero de 2024
Querida amada:
Te dejaste mirar para que mis ojos envolvieran tu cuerpo. Aún no me conoces, pero tampoco sé si te gustan mis versos, y si me reconocerías después de leerlos.
Visité tu parada antes de subirte al autobús esta tarde a las siete, cuando sabía que estabas allí. Algún día me dirás a dónde te diriges cada atardecer con dos bolsas. Una parece contener la cena para una familia de tres, la otra no me lo imagino, lo cual me incomoda porque da pie a pensar que hay cosas que todavía no puedo inventar de ti, y aún con esa salvedad creo amarte. ¿Me consideras un soñador?
Te has convertido en mi amante. Mis noches las paso soñando contigo, acariciando tus manos, y ¿ese anillo que llevas en la mano izquierda? Tal parece una alianza, pero sé que no es posible. Mis versos son más poderosos que cualquier barba. Y si engañada has cedido tu tiempo a otros lo entiendo, los deseos de la carne a veces nos retrasan para encontrar lo que nos está destinado. Presiento que pronto llegará nuestro momento.
Estoy enamorado de tu aura, y tú aún no me conoces. Eres tan importante en mis pensamientos y sin dolor te espero, ¿sería amor siendo de otra manera?
Hoy estabas sola en la parada. Otras veces te acompaña una niña con la que compartes la misma sonrisa. Mi buena intuición me dicta que no es de tu descendencia sino de alguna de tus hermanas. ¿Tienes hermanas, verdad? Dime que sí.
Conocí de tu existencia el día que mi coche perdió la batalla del tiempo. Veintitrés años pudo ser mi transporte. Nos sentamos en asientos contiguos, o fui yo el que me senté a tu lado. No lo recuerdo bien. Bueno, sí lo recuerdo, pero es que aún no conoces mis versos. Te apeaste dos paradas antes de la mía y alguien te esperaba. Lo abrazaste y él dejó un beso en tu cabello. Me gustó que fueras tan cariñosa con quien pensé que sería tu primo. En realidad tuve celos de su cazadora, ya que estaba más cerca de ti en ese momento que mi piel.
Mañana te volveré a disfrutar cuando acuda a mi cita con el amor… pronto será nuestra cita con él, cuando conozcas mis versos, cuando los leas…cuando encuentre el camino para expresarlos y… los escriba. El amor que por ti siento lo espera, solo me falta la certeza, a veces dudo, de que al recitártelos me quieras.
Te he dejado un tren lleno de rosas en tus sueños para que disfrutes de su olor mientras duermes.
Mis versos nos esperan. Hasta mañana
DNI: 29006644X
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